Así está afectando tu estado de ánimo a tu salud

¿Sabías que tu estado de ánimo puede acabar por afectar a tu salud? Y esto ocurre tanto para bien como para mal, ya que nuestras emociones y pensamientos desencadenan todo tipo de reacciones bioquímicas en nuestro cuerpo. Hoy en nuestro blog te contamos cómo está afectando tu estado de ánimo a tu salud.

Cuerpo y mente, unión indivisible

Numerosas investigaciones a lo largo de los años han demostrado que los pensamientos que tenemos y las emociones que sentimos desencadenan reacciones bioquímicas en nuestro cuerpo. De hecho, las enfermedades o problemas físicos también tienen un componente de tipo emocional y psicológico.

Nuestro cuerpo y mente es un todo en uno, y están estrechamente vinculados a través de nuestro sistema inmunitario, endocrino y nervioso central. No podemos dividir cada parte, puesto que cada una se ve afectada por cómo se encuentra la otra.

Como ves, es algo bidireccional. Una persona con un estado de ánimo positivo, optimista y esperanzado está ayudando a su cuerpo a mejorar dolencias. Pero ocurre lo mismo al contrario, un mal estado anímico, el pesimismo y el derrotismo pueden agravar ciertas enfermedades o dolencias.

Todos nuestros órganos envían información al cerebro sobre cómo se encuentran pero, igualmente, el cerebro transmite sus pensamientos y emociones al resto del cuerpo. Y es así como nuestro cuerpo es un todo en uno totalmente indivisible.

Estado emocional y desarrollo de enfermedades

Por ello, el estado emocional en el que nos encontramos influye en el desarrollo de enfermedades. El estrés, que a su vez puede desencadenar en ansiedad, uno de los grandes males del siglo XXI, está íntimamente ligado a enfermedades muy comunes a día de hoy como las cardiopatías, enfermedades pulmonares y del hígado. También se ha estudiado que la depresión, en su caso, influye de manera negativa en el desarrollo de la enfermedad del cáncer.

¿No te ha pasado nunca que cuando te sientes muy estresado o demasiado triste, tus defensas bajan y no te sientes con las fuerzas suficientes para afrontar el día? Realmente no es el estrés el que hace que tengamos problemas inmunitarios, sino la impresión de que no podemos hacer nada para evitarlo, ¡y eso sí que se puede cambiar! ¡está en tus manos!

Cuando te sientas triste y decaído, recuerda que le estás enviando información negativa a tu cerebro y que si cambias el chip, ¡tu cuerpo lo agradecerá!

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